Europa desde el Sentimiento (nueva versión, segundo fragmento)

Aquí va el segundo fragmento de esta nota al periodista italiano Emanuele Lobina. Hace bastante, había publicado la primera parte.

Violencia en el calcio: Mi entrevistado me contó en Italia, las patentes de los autos llevan escrito el código del auto y también el nombre de la ciudad donde está registrado. La cuestión es que cuando los hinchas se dirigen hacia la cancha en sus autos, leen qué autos son de la ciudad "enemiga" y les arrojan piedrazos a los vidrios. Citando a la violencia en el fútbol de Italia podremos recordar aquél clásico entre Palermo y Catania (foto), donde un policía resultó muerto y esa fecha del torneo fue postergada. Además, en Italia también hay casos que relacionan directamente el fútbol y la mafia, en especial por apuestas y compras de partidos.

Hooligans: Otra cosa inevitable es el tema de Barrabravas o Hooligans (así se los llama en Inglaterra), que traen problemas en todo el mundo. Como ciudadano de Londres, Emanuele ha presenciado a los Hooligans haciendo destrozos fuera de la cancha, pero asegura que dentro del estadio aparentan ser personas ordinarias. Igualmente, algunos ocasionan disturbios dentro de los estadios, aunque en general son insultando a los jugadores y dirigentes a través de banderas o gestos.
Su club en Inglaterra: Pese a vivir en Londres, no es hincha de ningún equipo en particular, aunque me contó que le siente aprecio al Charlton, cuya sede queda a pocas cuadras de su casa. Mencionó que la hinchada del Charlton es una comunidad, donde son todos amigos y conocidos, y que luego de algunos partidos se reúnen. Aunque dijo que tanto en Italia como en Inglaterra, la gente tiene dos clubes: su club humilde del barrio, donde hacen amigos y van a la cancha, y un club grande como el Arsenal para mofarse de ganar un torneo alguna vez. Ésto es algo que se calificaría como "vendido" en Argentina, y me parece feo que ocurra.

La Anécdota: Me contó una historia bastante linda sobre los hinchas del Charlton: resulta que por razones económicas, los dirigentes del club habían decidio traspasar el estadio, que actualmente se encontraba en las afueras, en un barrio muy unido donde son todos fans del club. La gente no quería ese traslado, ya que amaba tener el estadio de su equipo junto a ellos. Fue así como comenzaron una revolución contra los dirigentes para que dejen el edificio donde estaba. Luego de varias semanas, ganó el sentimiento, y la cancha permaneció en su sitio.